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EL BARRIO

 

Nuestra falla se enmarca dentro de un marco histórico para la ciudad de Valencia, ya que las Torres de Quart lucen majestuosas junto a las calles que dan nombre a nuestra comisión de En Plom-Guillem de Castro. Lo que hace que cada año, en los días de fallas, nuestro monumento sea uno de los más fotografiados por turistas y valencianos que visitan la ciudad para disfrutar de nuestras fiestas josefinas.

Pero si algo caracteriza a nuestro barrio, y más concretamente a los «enplomeros», es que la calle que nos da el gentilicio que con tanto orgullo lucimos, consta de una pequeña plazoleta y de un «açucat» o callejón, calle sin salida donde se hacía vida en sus plantas bajas y que eran tan características de las construcciones de la época. Los azucats fueron creados por nuestros ancestros musulmanes, en un sentido de defensa hacia sus viviendas. El nuestro es nombrado ya a finales del siglo XVII, hacia el 29 de octubre de 1699, según dicen las guías callejeras de finales del pasado siglo, en una Providencia del Mustazaf.

En los años 80, el periódico Las Provincias se hacía eco de este tipo de construcciones a lo largo de Ciutat Vella y el escritor Salvador Chanza publica el texto que abajo reproducimos sobre el azucat de En Plom, la plazoleta y sus alrededores.

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CALLE EN PLOM

La calle de Emplom (EnPlom), muy cercana a las torres de Quart, tiene acceso a la misma por la de Lope de Rueda, 23, y salida por Guillem de Castro, y antes, por estar allí, Muro de Quart.

Queremos significar, en primer término, que la palabra Emplom es la conjunción, en una sola palabra, de lo que en origen era En Plom, ya que la partícula “En” representaba, generalmente, un signo de honor, aunque, a veces, también se aplicaba a personas de humilde condición y apellido. Cuando el nombre comenzaba por vocal, como Albert, se apostrofaba, suprimiendo la vocal e, cargando la n, y así, en lugar de escribir y pronunciar En Albert, se decía Nalbert. Son frecuentes estas “sintetizaciones” formando una sola palabra.

La calle Emplom tiene una calleja o «açucat», desde el mismo origen de la calle, que con este nombre se cita en una Providencia del Mustazaf de 29 de octubre de 1699, según nos dicen las guías callejeras de finales del pasado siglo.

Perpendicularmente a esta calle, y arrancando en ella en línea con el callejón que nos ocupa (de unos 12 metros de profundidad), está la calle de Aladrers, que desemboca (atravesando la calle de Murillo) en la de Quart. La denominación de Aladrers es de 1555 y se debe, como sucedía en otras calles, por la existencia en ella de artesanos que se dedicaban a la construcción de arados (“aladres”).

El bloque de viviendas al que pertenece la calle de Emplom está comprendido entre las calles Pintor Domingo, Lope de Rueda y Guillem de Castro. La calle actual de Lope de Rueda (antes de la Encarnación) lleva este nombre oficialmente desde el 29 de abril de 1964, y tiene su origen en la plaza de la Encarnación, nombre éste que proviene del convento de monjas allí fundado en el año 1501. Como curiosidad, añadiremos que, según nuestros documentos, esta calle de la Encarnación llevó el nombre de Padilla desde 1841 hasta 1844.

Por lo que respecta a la calle de Emplom, tiene solamente renovada una construcción frente al açucat, que al haberse retirado para marcar la nueva línea del futuro, forma una especie de plazoleta. Los edificios más antiguos y prácticamente deshabitados son los de la salida a Guillem de Castro. En la calle, en sus plantas bajas, hay una tienda de comestibles y un taller de envases de cartonaje, que está en el número 5, de don José Martínez, con dedicación familiar en tercera generación.

La calleja tiene su entrada por el número 7, que es un edificio nuevo, en cuya planta baja está el casal fallero. La casa del fondo tiene su entrada por la calle trasera: Pintor Domingo. Según nos informó un vecino de esta calleja, allí no viven actualmente más que ocho personas.

Como cosa curiosa, diremos que, según escribe José Vicente Ortí en su “Vida del beato Gaspar Bono”, aquí nació el ilustre religioso mínimo. Pero la verdad es que todos los estudios posteriores están acordes en que el beato Gaspar Bono nació en la calle (también “açucat”) de Cañete, donde se venera esta imagen, en la que se ha reconocido como casa natalicia, con características fiestas anuales.

Es este un sector con sabor de pasado, con las calles de Tejedores, Ensendra, Bisbesa, plaza de En Coll…

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Fuente: Artículo de prensa “Açucats” en Valencia – Emplom, escrito por Salvador Chanza el 26 de abril de 1982 (Las Provincias).

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